lunes, 15 de noviembre de 2010

Las reglas del juego...

¿Acaso hay reglas no escritas al momento de evaluar una relación?

En los últimos meses, al menos desde agosto, la idea de que las relaciones o mejor dicho la fidelidad esta sobre-valuada ha sido una constante que he querido desmenuzar para entender mejor, pero el resultado una vez que se analizan las razones para evadir el compromiso sigue siendo el mismo, deberían existir por escrito unas "reglas del juego" como lo hay para cualquier otra práctica lúdica profesional o amateur, al menos así uno sabe a que acatarse, las sanciones que recibirá al momento de recibir la tarjeta de castigo o premio, tener la certeza que al aventar los dados sólo podrá ir hacia adelante y que al menos se dirige para algún lado, aunque tenga que pasar de nuevo por la salida para aventajar a cualquier oponente.

Las razones por las que en algún momento caemos en tentación son variadas y no esta en mi exponerlas ni justificarlas, pues cada quién actúa conforme a como se siente y piensa, sus convicciones o valores, definitivamente no todos compartimos los mismos, pero al parecer con el tiempo (yo he calculado apróx. 4 a 6 meses) las relaciones llegan a un punto muerto, dónde se demostró todo el cariño que se podía expresar por el otro, las muestras de afecto fueron variadas, e incluso espontáneas, el interés llegó a su máximo y como vino se fue, empiezan las quejas del tiempo disponible para el otro, incluso el tiempo aire o sms, hasta el destinado a mantener una conversación en messenger y los estatus o posteos en el muro del otro en facebook, comienza el abandono de otras prácticas como las salidas con los amigos, las fiestas de varios días y otra varias para dar paso al reporte diario a alguien que ni de nuestra familia es, pero espera serlo algún día, y todo por la falta de atención o la necesidad de ser reconocido por el otro como parte del inventario de su propiedad, o simplemente porque así creen que se deben hacer las cosas cuando uno esta "en una relación", y vamos, ¿quién no quisiera escapar de ese nuevo rol de estereotipo de novi@ en algún momento? y cuando se da la oportunidad dependiendo del grado de frustración, termina cediendo.

Es claro que uno tiene muchas ventajas al estar enrolado con alguien, la afinidad que se tenga en diversas áreas hace que el compromiso sea mayor y por lo tanto el soporte de las nuevas obligaciones más llevadero, sin embargo y retomando el título de este post, deberían existir desde el inicio reglas de lo que esta o no permitido y lo que se espera del actuar del compañer@, pues mientras el otro "suponga" que al ser de una forma el otro actuara en consecuencia, sólo obtendrá disgustos y provocará lo mismo, y si desde el inicio ese trato no parece adecuado o justo, bueno, ya habrá quien si guste y acepte, o simplemente se limita el compromiso a unas salidas de vez en cuando y una amistad malintencionada* de ser el caso.

Uno de los puntos más interesantes que quise investigar más a fondo y del que no encontré una respuesta clara es cuando aparece una queja que versa así "es que esto no va para ningún lado", vaya conclusión a un seguimiento de meses de relación en un supuesto entendimiento y ejercicio de labores propias de la idea de lo que debería ser el noviazgo, pareciera que existe "un lugar" o "una meta" obvia para todos, algunas veces mal interpretada como una boda o un acto en sí, lo peor es que cuando uno pregunta acerca de eso sólo desencadena una serie de eventos y discusiones sin mucho sentido por no haber entendido de que se le reprochaba en primera instancia.

Otra cosa curiosa es cuando a uno le piden ser sincero, y las respuestas sinceras causan estragos o incluso lágrimas, pero creo que el principal problema y ya lo había mencionado es el "suponer" y esperar algo de los demás, creer que somos acreedores a algo del prójimo es el acto más egoísta que puede existir en una relación pero nadie quiere entenderlo pues se supone que están con la persona ideal y por lo tanto esta responderá mágicamente a las demandas no expresadas pero si deseadas.

Algo que si me pareció interesante es cuando uno termina cediendo a la tentación y encuentra con otra persona el entendimiento que tanto había estado buscando, pues a sabiendas que se encuentra realizando algo "ilícito" para su relación formal, existe la confianza para solicitar lo que queremos así como de igual forma nos vemos obligados a cumplir con las nuevas tareas (y de buena gana) de esta relación clandestina, y bien pueden pasar 3 cosas siempre y cuando se mantenga la comunicación adecuada y el entendimiento, o siguen juntos ahora ya de manera lícita (obviamente terminaron con sus relaciones previas), o siguen en la clandestinidad hasta que pierda sentido o uno pida más y no se le pueda otorgar, o se termina.

Creo que si las relaciones lícitas fueran tan claramente entendibles como su contraparte nos ahorraríamos muchos problemas, el detalle es que cuando empezamos una relación y estamos en la parte "bonita" del suceso (repito los primeros 4 a 6 meses) lo que menos queremos es imponer reglas, o dejar ver (o querer ver) la naturaleza que acompaña al sujeto que tenemos a un lado, y cuando lo hacemos es demasiado tarde, la costumbre se vuelve un pegamento de alta resistencia que nos mantiene unidos a lo que posiblemente ya no queremos pero "mas vale bueno por conocido" o algo así.

Puede que este equivocado totalmente con esto, es sólo una idea de lunes a la 1:08 am, tal vez quien me conoce podría decir que no he tenido las relaciones "formales" necesarias para hablar al respecto, sin embargo, las otras me han dado la razón y creo que si en algún momento quisiera empezar una "formal" lo haría como empieza una informal, de manera totalmente sincera y con las reglas del juego sobre la mesa.


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*Mi definición de amistad malintencionada (ya me la habían preguntado un par de veces)
Dícese de la amistad hombre/mujer en la que eventualmente el acuerdo tácito de no tener contacto físico sexual (pueden ser sólo besos) se rompe para dar paso a una amistad más íntima con encuentros esporádicos basados en la confianza y común acuerdo de la satisfacción del otro sin involucrarse sentimentalmente más allá de como se encontraban previamente en su calidad de amigos. (nota: pueden salir de vez en cuando sin que ocurra algo, pues ciertamente la amistad como tal existe)
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Debía este post desde septiembre... 

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