martes, 5 de octubre de 2010

Los 28's la edad del "deberías empezar hacer/pensar/iniciar"

Vaya pedazo de tema que se me ocurrió postear, pero desde hace varias semanas esta idea ha venido a mi en distintas ocasiones, en pláticas con amigos, en situaciones cada vez más recurrentes y en decisiones de personas que no me son para nada ajenas y que me han compartido después de analizar su situación y tomar la decisión de cambiar de rumbo sus vidas.

Aquí el recuento de situaciones que originaron este post.

1. Acudir al cumpleaños no.4 de la hija de un amigo de mi edad (28 por si alguien no lo sabe)
2. Conocer a la hija recién nacida (en agosto) de otro amigo de mi edad.
3. Ir al bautizo del hijo de un compañero en la oficina.
4. Facebook muestra un incremento en las noticias de bodas y/o bebés en la sección "amigos" de mi perfil.
5. La confesión de una amiga cercana acerca de su afinidad por tener hijos (misma edad).
6. Presión familiar acerca de "cuando vas a ..." "deberías establecerte y ..."
7. Acusación de otra amiga con respecto a mis ideas al respecto de lo anterior y mi forma de pensar que en sus palabras debería de cambiar o de caso contrario seré soltero toda la vida o algo así.
8. Un buen amigo toma la decisión de cambiar de aires y dejar su vida y profesión por irse a la aventura y comenzar de cero.
9. Otra amiga toma la decisión de cambiar de aires y poner un océano de distancia entre su vida actual y lo que será su vida de pareja.
10. Otras pero menos importantes.

Gracias a todo lo anterior han sido recurrentes las ideas de que si valdría la pena o no establecerse y formar una familia o ir pensando en comprar un auto, un depa o una casa, ir planeando o estructurando el patrimonio para lo que sigue y ese tipo de cosas, pero por mas que la idea ha intentado entrar, las razones para mirar a otro lado o cambiar de canal me mantienen en posición contraria.

Y que sería el hecho de adquirir un lugar, hacerse de muebles, transporte y otros sino el tirar anclas y resignarse a una vida conforme lo marcan los estándares de la sociedad en la que naces, creces, te emparejas, procreas, mantienes, mantienes, mantienes, te mantienen o vives de tus utilidades (con suerte) y cuelgas los tenis, con el riesgo implícito de dejar de un lado las aspiraciones de viajes, conciertos, satisfacer gustos personales y otros que si bien para algunos pudieran pasar como superfluos, son lo que en primera instancia nos llevo a conseguir medios económicos para solventarlos, en otras palabras cedemos al convencionalismo como un rocker vende su alma al empezar a cantar baladas pop.

Hay quien ve ese proceso como el único paso siguiente por dar, que formando un relación estable te abre las puertas a oportunidades de seguir con tu vida y disfrutar en compañía de lo que quieres en tu vida, lo que nos lleva al siguiente dilema, ¿que quiero para mi? me ha costado años tener lo poco que poseo, y lo único que me llena sigue siendo la música, los viajes y la posibilidad de hoy hacer lo que me venga en ganas mientras tenga los medios para sustentarlo, no veo como eso lo pudiera cambiar al menos no por ahora, no a los 28 donde siento que aun tengo demasiadas cosas por hacer, vivir, descubrir, tomar, fumar y conocer.

He de expresar mi admiración y sorpresa por aquellos que toman la decisión de llevar un cambio radical en su vida dejando de lado lo construido al día de hoy y salir en busca de lo que les llena y completa, cuestión que por definición debería ser el ideal en la vida de cualquier ser humano, sólo que pocos son los que se atreven y menos los triunfan, a los que conozco no puedo mas que brindarles mi apoyo moral y desearles el mismo éxito que espero yo tener en mi propia búsqueda.

No estoy en contra de los convencionalismos, sólo que no aplican para mi, creo que aún hay más y mi deber es encontrar el camino para disfrutarlo, eventualmente a cada santo le llega su día y a cada iglesia su fiesta o algo así van los dichos, no hay prisa y si de pensarlo se trata, bien dicen que Chaplin tuvo hijos hasta los 80 años (aunque tampoco es la idea jugar con un hijo tuyo y que te rompan un hueso, pero la idea se entiende).

Veo a conocidos casados, amigos con familia y en conversaciones las aspiraciones personales prevalecen, no así las intenciones de anteponerlas a cualquier otra cosa, las prioridades cambian lógicamente, y los aplazamientos se vuelven más largos, la esperanza muere al último y ver por las necesidades de los hijos o la familia siempre estarán sobre todo incluso sobre las necesidades básicas de uno mismo.

Es posible que la mayoría de los sueños que tengo de viajes, conciertos y otros no se lleguen a cumplir incluso si evito establecerme, el punto es tomar la decisión de arriesgar la posibilidad de llevarlos a cabo y vivir con un hubiera en la punta de la lengua, alguien me dijo que de eso se trata madurar, pero no creo que renunciar a lo que quieres para ti o "adecuarlo" sea otra cosa que resignarse, ya el tiempo me dará o no la razón, en calidad de mientras prefiero no arriesgarme.

Cha.

1 comentario: