lunes, 10 de abril de 2023

Sigo aquí

 No morí en la pandemia.

Leo mis apuntes de hace años, ni siquiera recordaba el blog, mi mente, mi tiempo, mi vida están en otro lugar, no escribo nada desde hace dos años, y en tan poco tiempo han ocurrido tantas cosas que no sé si el camino tomado fue el correcto, si tiene buen destino, si prosperará o habrá nuevas peripecias que sortear para luego solo recordar, recordar que lo de antes fue mejor.

Me gustaba escribir, lo necesitaba, era una válvula de escape y me mantenía ocupado, me permitía entender el momento, el pasado, catarsis.

Hoy tengo más de que escribir, pero no se por donde empezar.

Ya tengo 40, este año serán 41.

Hoy no solo leí mis apuntes pasados, ha sido un día de rememorar el pasado, mis trabajos de la universidad, proyectos profesionales, reescribir mi currículo y repasar las líneas que me llevan atrás casi veinte años pero con otra perspectiva, ya no con rencor, sino agradecido de lo que he vivido, encontré fotos, conversaciones, palabras que hoy no tienen sentido, que ya no se sienten, que se leen fácil pero en su momento una frase era todo lo necesario para sentir que todo iba a estar bien, o todo lo contrario.

A ella la recordaba mal, con disgusto, con rencor, incluso después de todo lo pasado, nos vimos por última vez hace casi 10 años, platicamos, nos reímos y nos despedimos sin más, supongo que vacíos ya de todo aquello que en el inicio empezó a escondidas, furtivos, divertidos, solo quedó el recuerdo, encontré unos mensajes viejos, la narración del inicio, el paso a lo formal, serio, juntos, siempre pensé que no le importaba, que era pasajero, que solo era diversión. ella no sabía lo que quería y yo menos, solo nos encontramos, lo llevamos al máximo y se terminó como inicio.

Es interesante la memoria que de vez en cuando te regresa Internet.

Los mensajes ya no están, los recuerdos son perfectos como están, en el pasado, regresar a ellos solo los deforma, la nostalgia de lo que fue, y lo que no se logró es un vicio peligroso, si bien dicen que la felicidad es regresar al pasado, solo faltó mencionar que es en la fugacidad de la memoria, del destello que le trae de vuelta, pero jamás en la búsqueda sobre los pasos caminados.