Entramos a los 32 y siguen los recuentos, pero cosa rara, esta vez no parecen tan malos, bajo las noticias que no siempre son alentadoras y descubrir que la mala suerte en ocasiones no es de gratis, la perspectiva de lo ocurrido cambia y se valoran bajo minuciosa inspección con otros ojos, con una mirada no inquisidora, mediadora posiblemente.
Hoy me dieron información que no esperaba cerca de las 5 de la mañana, a más de doce horas de ello sigo pensando y dándole vueltas a lo mismo, no son extremas, ni atentan contra mi salud/vida -ya no más-, y tampoco deberían quitarme el sueño pero las palabras y la imagen sigue ahí.
Me dan la explicación a los últimos años y me es difícil de entender, ¿qué? ¿porqué? ¿cómo? ¿cuando?, ahora no importa, solo se que ya se acabó, o al menos eso dicen.
Es tiempo de un borrón y cuenta nueva -una vez más-, y estar agradecido con las cosas que valieron la pena bajo las circunstancias que ya pasaron, difíciles muchas, complicadas otras y las menos poco afortunadas, sin embargo gracias a todas ellas y los momentos buenos estos años se cuentan con una sonrisa y buena vibra.
Esta vez no hay "de lo perdido lo que se encuentre", lo que se perdió pues se terminó, y lo que se aleja se hace un favor a sí mismo, es un buen momento para respirar, dejar de pensar y dar un sorbo de mi taza de café. Mi guitarra me ve de reojo y me recuerda que siempre esta lista para acompañarme en mis intentos y repasar lo que solo nosotros sabemos, nos alejamos seguido pero siempre regresamos para un buen rato más, para unas notas extra, algunas nuevas, otras no tanto, pero todas nuestras, como ha sido desde hace tantos años.
Dejar de planear y concretar bajo mis propios términos.
Esperar lo mejor y prepararse para lo que venga -ahora sabemos que no todo es bueno ni con las mejores intenciones.
Gracias por todo y buena suerte en mi historia, no regrets, no hard feelings, check please!
Route 66, I'm coming, wait for me.