Dicen que el tiempo lo cura todo, no lo dudo pues de toda formas o se cura o te llega tu hora y tal cual, se acabo del mal al tiempo que entregas el equipo, hace un tiempo que no pensaba en esto, cuando alguien comete un error pueden pasar años sin que lo reconozca o sin darse cuenta del daño causado, a los no tan distraídos les puede tomar unos minutos, días o semanas, prácticamente nada esta bajo nuestro control la mayoría de las veces, las circunstancias nos orillan u obligan a actuar de formas que en otras perspectivas pueden ser causa de los peores atropellos, y al final sobre lo único que tenemos control es en que vamos a hacer cuando caemos en cuenta de lo realizado, una disculpa no siempre es suficiente pero al menos la intención esta implicita, un acto de arrepentimiento suele ser mal interpretado como la busqueda de la compra del perdón y no reaccionar suele ser lo peor y generalmente lo más reprochado en esos casos, realmente no hay una solución fácil y no podemos esperar que seamos comprendidos en nuestra toma de acción para enmendar alguna situación, por lo que recurrimos a dejar todo en manos del tiempo, que harto de nuestas excusas y fallidos intentos tomará cartas en el asunto en cuestión y aminorará los estragos hasta el punto de si nos va bien, borrarlo de nuestra memoria o al menos almacenarlo en la sección de cosas irrelevantes; vaya que haríamos sin el tiempo, en el sentido moral, gran aliado y al mismo tiempo enemigo, pues cada minutos de arrepentimiento pareciera que se extiende por días y al paso de los días en cuestión el sentimiento va desapareciendo...
Qué hice esta vez para escribir de esto?
En realidad nada que el tiempo no arregle pues como expuse cualquiera de las acciones que tome o he tomado no han dado una solución efectiva o definitiva a ninguna de las tonterías que haya hecho en los últimos años, esto no deja de ser un soliloquio nocturno acompañado de un vino y la música a cargo de Nina Simone, mientras se termina un domingo dedicado a la contemplación de mi vida desde la perspectiva de un ermitaño de domingo sin bañar cuajado en un sofá ataviado con su pijama todo el día, situación que me ha permitido escribir la mayoría de los debrayes de este blog, y digo permitido porque me encuentro muy cómodo haciéndolo de esta forma.
Hace un rato que escribo de manera terapeútica para a callar algunas cosas que traigo dentro que continuan sobreviviendo cuando intento acabarlas con dosis de alcohol, incluso mientras mecanografío esto, desde que inicié este espacio ha sido testigo de varios mis desvarios, desencuentros, encuentros y otras vicisitudes, no podría decir que tanto me ha servido más allá que para liberarme un poco y notar que varios de los errores que cometo los repito con ciclos de 4 a 6 meses aproximadamente, los nombres cambian, las situaciones se mantienen y como llego a ellas también, gracias a una plática el día de ayer, al parecer tengo un nuevo propósito para este año, si bien nunca hice los propósitos de año nuevo o mejor dicho son los mismos desde hace unos 4 años, nada tiene de malo agregar uno para terminar el 1er trimestre del 2011, propósito que tiene que ver con esos ciclos y erróres que he venido cometiendo desde hace tanto ya, tarea difícil, si, imposible, ya veremos, como sea el propósito ahi esta y creo que es tiempo de empezar a hacer las cosas distintas para obtener resultados distintos, cualquiera que lea las mini-historias de este blog, puede darse cuenta claramente de lo que hablo.
Si estoy equivocado, si mi propósito no llega a ser concretado o si tengo la razón o ninguna de las anteriores, bueno, creo que solo el tiempo lo dira.
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