lunes, 12 de diciembre de 2011

29 la edad de...

Estamos por terminar el año e intentando hacer un recuento de lo que ha pasado me he encontrado con la sorpresa que este en particular ha sido aún más complejo, divertido, sufrido y sorprendente que los anteriores, al menos de los que este blog tiene memoria y yo puedo recordar, sigo con el recuento de los daños, las nuevas experiencias y las decisiones tomadas aún no se si para bien, pero si con una nueva característica que no había sido tan notable en años anteriores.

Aún no termino mi recuento anual donde de una manera muy simple hago un resumen por área de desempeño, es decir, profesional, sentimental, de salud, emocional, esotérico, etc., sin embargo lo que puedo al día de hoy aterrizar sin más es que a mis apenas 29.45 años, y por fin comienzo a tener cierto control sobre las actividades y situaciones en las que me encuentro involucrado, ¿cómo es esto? o mejor dicho ¿antes no lo tenía? y en cierta medida la segunda pregunta es más atinada dado que tras un breve tiempo de reflexión ha venido a mi la idea de que NO, el control o la decisión sobre la mayoría de las situaciones por las que pasaba estaban orientadas a satisfacer más a quién se encontraba a mi lado, o con quién intentaba hacer parte de mi vida, en mayor o menor medida esto se convirtió en una rutina que poco a poco se fue apoderando de lo que yo consideraba en ocasiones una relación, una amistad o mera compañía, si mantenía un mínimo de complacencia o satisfacción de quién me acompañara podía entonces aspirar a obtener beneficios que en teoría deberían estar implícitos en cualquier tipo de relación interpersonal o en su defecto otros que bien podría obtener por mi cuenta sin necesidad de alguien que les diera un valor adicional, por mínimo que fuera, siempre y cuando fuera motivo de reconocimiento, en otras tantas el sentirse requerido en alguna medida por alguien más, tenía un valor que difícilmente podía dejar pasar para dedicarme a otras actividades, de alguna forma se convirtió en un estigma de película de la época de oro del cine mexicano donde se tenía que hacer cuanto sacrificio era posible para obtener la gratificación del cariño de alguna ingrata que se traía así a más de uno, donde para ser querido y respetado se tenía que ganar sudando la gota gorda en vez de ser aceptado por quien se es, con lo que se tiene y hace por gusto y no por quedar bien o intentando comprar algo que no debería estar a la venta.

Mis 28 se despidieron junto con una "relación" que empezó mal y terminaría por necesidad más que por gusto para dar entrada a otra casi de inmediato (dos meses después o menos) que cambio la visión de lo que quería para mi mostrándome casi a fuerza lo que debería ser y a lo que se debería aspirar por el simple hecho de que se sentía bien y funcionaba sin buscarle más que eso, el gusto de estar con alguien y a ver que pasa, y aunque el gusto me duró cerca de 7 meses, pocos pero muy buenos y con un final triste como alguna mini-historia de este blog, me quedo con la idea del "no quedo de mí" y un gracias por el tiempo invertido y el cariño que me brindo.

Hace un mes casi que eso terminó, aún me saca de onda y sigo sin querer saber mucho al respecto, los sentimientos encontrados siguen ahí, pero gracias a ello y a otros asuntos profesionales, me he dado cuenta que todo lo que escribía anteriormente, dando paso a que los 29 son la edad de "ahora me toca a mí", no se si es ser más egoísta o darte el valor que antes buscabas en el reconocimiento de otros, el ¿qué quiero para mi?, ¿cómo?, ¿cuando? y trabajar en ello, así empezó mi búsqueda de un nuevo departamento donde ya me encuentro viviendo y trabajando, alguna vez dije que regresaría a vivir a la colonia roma cuando tuviera oportunidad de disfrutarla y no solo tener un lugar donde llegar a dormir después de trasladarme a una oficina cinco días a la semana, gastar en mis gustos y no en atender a alguien a menos que sea equitativo, incluso con amigos, ser equitativo de igual forma con quien quiere pasar tiempo contigo, retomar la lectura (este año ha sido muy pobre mi lectura, 4 libros, me da pena admitirlo pero gracias a Peña Nieto ya no me puede tanto), en fin, creo que al final, la idea es clara y bajo un concepto que tal vez no es tan sencillo de aplicar "si dudas, no hay duda", si algo no te llena o te hace sentir lo suficientemente bien, a lo que sigue, es una pena que haya quien se quede en el camino y más si es alguien que te importa mucho, pero para dar de ti, quién lo quiera tampoco debe tener dudas, para gastar en algo igual y para involucrarte ni se diga, el proceso es lento y requiere más tiempo para meditar las decisiones y llevarlas a cabo, pero al parecer empecé bien, es difícil , pero creo que ya era hora, nunca es tarde y menos cuando se tienen tan cerca los 30.


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