sábado, 11 de abril de 2009

de empleado no vas a pasar mi amigo...

en dias en que a todos les sale su lado religioso al menos para no hacer otra cosa que tomar cerveza en algun lugar paradisiaco tipo un camellon o la casa de unos amigos porque no te alcanzo para ir de vacaciones reales, me di a la tarea de conocer un poco mejor el lugar donde vivo... la colonia roma... el mercadillo de los fines de semana sigue ahi incluso en dias "santos", pocos comercios que no son de comida obviamente no abrieron y los que al contrario la crisis obliga a vender lo mas posible atentando contra los mandatos religiosos, cuentan con empleados que te atienden con las mismas ganas que un junkie despues de una dosis de heroina y con la actitud como para explicarles que necesitan ese trabajo y que apesar que uno que no salio si puede disfrutar de sus pseudo-vacaciones tomando un cafe en el restaurante que le da su pauperrima quincena -y no lo digo porque la mia tampoco es cuantiosa, por eso no sali- por lo cual tiene la obligacion de atenderte minimo de manera amable o por lo menos rapida si el lugar no esta ni cerca de estar lleno.

Fuera de un mal servicio en un cafe, despues de mi larga caminata me dio hambre, y encontre a menos de una cuadra del edificio donde habito, una nueva rosticeria en plena inauguracion, no se si la abrieron en estos dias porque pensaron que el trip religioso los ayudaria, pero en el empresario que llevo dentro se me hizo una incensatez abrir en vacaciones en una colonia que se distingue por abandonar la ciudad a la primera oportunidad, pero no quedo solo ahi, lo que me sorprendio fue que no supieran cobrar por sus productos, su paquete de inauguracion de 1/4 de pollo, un refresco, y una papas por $35 pesos pero no supieron que hacer cuando en vez de un cuarto les pedi un medio... el de la caja se le quedo viendo al de la parrilla y cuando por fin se pusieron de acuerdo, me cobraron tres pesos mas y no me dieron mi refresco... jejeje... no me dolio no recibir la bebida, solo me dio pena ajena y no puede evitar verlos y pensar "por eso de empleados nunca van a pasar"...

en fin, la roma es un gran lugar para vivir, lleno de cafes, restaurantes, a minutos caminando de la tan famosa condesa y con el mismo problema de estacionamiento, y vecinos que les importa un carajo quien eres y a que te dedicas pero se te quedan viendo como si les debieras dinero si sales de la tienda de la esquina con un six y sin compañia... no me veo viviendo en otro lugar por el momento pero mis momentos tampoco duran mucho.

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