martes, 6 de mayo de 2014

Escribamos de nuevo

Empezar de nuevo no siempre es como uno lo espera, retomar el vuelo podría sonar mejor, por lo general hace falta un poco de tiempo, raspar fondo (tocarlo es para pousers), recordar, y comenzar a caminar sin rumbo un rato, eventualmente la "lítost" se va, y sólo queda volver a empezar. En otras ocasiones basta que algo o alguien más se presente aunque sea por casualidad, una coincidencia, una mirada, una plática, un café, el aroma de un perfume por la calle sin dueña, un libro releído, una sonrisa, parece poco pero deja mucho, da pie al siguiente paso.

Lítost: palabra checa intraducible a otros idiomas, hay que leer a Kundera -en particular "el libro de la risa y el olvido"- y se encuentra el significado en distintas ocasiones, después es más fácil identificar el sentimiento y darse cuenta que se ha vivido en el más de una vez, sólo que ahora se puede saber que era, descartando nostalgias, tristezas y pseudo-depresiones.

Gracias por todo, no me di cuenta ni como o cuando pasó exactamente que ese ciclo se cerró, creo que fue hace unos meses pero me busqué en que ocuparme tanto tiempo que paso desapercibida la transición -por suerte-, hoy me doy cuenta lo bueno que fue, lo que dejó, lo que se aprendió y lo que se agradece todos los días porque ya forma parte de mí, bueno, de una manera un poco más abstracta en un color y al mismo tiempo permanece como recuerdo, hilo resistente (el más) pero no irrompible.

Bueno, malo, regular, ¿quién sabe?, es una circunstancia poco común, incluso para mi y mis antiguas andanzas con "amistades mal intencionadas", encuentros, desencuentros y otras vicisitudes. Una casualidad con el término prestado por andar aquí, allá y en cualquier lugar, y entre más lejos mejor, una extraña, yo "su extraño" (en sus palabras) y ¿qué más da lo demás? sin expectativas, sin sueños guajiros, sin ambiciones, ataduras, ni responsabilidades, incluso sin presencia, y, hasta hoy sin promesas de más, simplemente un día a la vez, un saludo, una despedida, y mañana será otro día, sin embargo la diferencia absoluta radica en una sonrisa compartida, ¿quién necesita mayor acto de complicidad que una sonrisa?

Había dejado de escribir porque no encontraba tiempo, tampoco sentido, hoy sigo sin tiempo, pero necesito práctica con la mecanografía y hay nuevas ideas, y lo más extraño, ganas de ponerlas en algún lugar, gracias por eso.

23:51


No hay comentarios.:

Publicar un comentario