No soy bueno diciendo adiós, así como tampoco se me dan lo saludos cuando no conozco a mi posible interlocutor(a), por lo general cuando algo se atraviesa en mi mente gracias a algún momento de iluminación o penumbra, acompañado de sentimientos complejos, sirvo un poco de vino, whisky, o lo que tenga en casa y me doy unos momento para escribir, en este momento no es la excepción, pero no por algo nuevo, al contrario, por algo que ya paso, que no tiene regreso y por alguna razón hoy vino a mi, como recuerdo, como realidad y solo para decir adiós.
Así que, "hasta luego", "adiós", pásalo bien, revienta pero no en pedazos y disfruta el viaje, que el destino sea lo de menos, cuando llegues, tendrás mucho que contar, pero no mires atrás, solo recuerda que no es lo mismo.
Vienen cosas nuevas, retos, tal ves dificultades, sin embargo lo peor ya lo pasamos y llegamos hasta aquí, ¿o no? estoy seguro que aprendimos bien, cada uno a su manera, y llegamos.
Hoy me dolió el estómago, pero como una sorpresa, como haber ganado algo para lo que no se compro boleto, un momento de miedo-alegría-tristeza-confianza por unos segundos y después calma, debió ser un sentimiento residual, una astilla que se hizo presente con la molestia de su saber en mi y al mismo tiempo, como grito de ayuda para salir y confiar que todo irá bien, cada uno lejos del otro.
Quisiera hacer un recuento de todo lo bueno, porque de lo malo se habló y vivió tanto que cansa, agota y empuja al olvido lo que vale la pena recordar, sin embargo, tal y como aquella vez en que nos preguntaron ¿y ustedes como se conocieron?, decidimos contar una verdad a medias, con el momento de novela romántica solo para satisfacer a los curiosos, y al mismo tiempo guardar para nosotros toda la historia, ¿de dónde venimos?, ¿cómo llegamos?, ¿qué tanto pasamos? y lo felices que fuimos en el proceso; lo mismo hago ahora, pues como todo plan que emociona, cuando se cuenta se "sala", no quiero que ese pasado compartido sea de los demás y se le adhieran moronas ajenas.
Nunca lo dije, siempre lo pensé, da igual si pasó alguna vez por tu cabeza, pero te rifaste como nadie e intenté estar a la altura, creo que lo hice, no me arrepiento, si no te dije algo que quisieras escuchar no fue porque no lo sintiera, solo que mi mente obtusa y dedos torpes no siempre expresaban lo que debían y mecanografiaba con dislexia.
No hay canción maldita, ni foto escondida, tampoco nada en la basura, pura buena vibra y que venga lo mejor, siempre querré ir a esa exposición de tu trabajo, obras maestras, libros ilustrados o créditos en la película del momento, podré presumir que te conocí, que compartimos algo grande y que contribuí aunque sea como un escucha a tus planes.
Pues, creo que es todo y no habrá más que decir, gracias, buena suerte en tu historia, keep on rocking and just breathe, y dedícanos una sonrisa si alguna vez te acuerdas de nosotros, -no de mí-, y si nos encontramos en la calle, puedes seguir de frente, no lo tomaré a mal, porque ya no somos los mismos, ni estamos en el mismo lugar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario