jueves, 16 de julio de 2009

un silencio...

es difícil concentrarse en otra cosa cuando la conciencia de traiciona y te das cuenta que el rumbo y la armónica monotonía de tu vida sufrieron un cambio no planeado y mucho menos pedido, en ocasiones te incomoda y en otras te puede incluso quitar el sueño, das vueltas en la cama y terminas pasando una noche que debía ser de descanso en un mini martirio de ideas y reflexiones absurdas acerca del "que hubiese pasado si..." y frases por el estilo, es tarde y hay cosas que no se pueden arreglar, lo hecho, hecho está y hay que seguir adelante pese a quién le pese, incluso si es a uno mismo.

En esta situación se encontraba dando vueltas una y otra vez a lo sucedido esa tarde, tratándose de explicar como llegaron tan lejos cada uno del otro y al mismo tiempo compartiendo su vida desde hacía ya un par de años que habían decidido vivir juntos tras años de conocerse y darse cuenta que su propia necesidad de afecto y poco éxito en sus relaciones con otras personas los había orillado a estar juntos, sin embargo era inquietante notar que en tan solo unos minutos durante la comida, todo había cambiado y posiblemente terminado.

La comida estaba servida en los mismos empaques en los que llegaron, la mesa arreglada como de costumbre, nada fuera de lo común, incluso la comida, no celebraban fechas especiales, el día no tenía nada diferente a cualquier otro salvo la ropa que llevaban puesta, frases obligadas y repetitivas entre ambos "como estuvo tu día", "que hiciste por la mañana", "como va tu proyecto", eran parte de la puesta en escena que era su vida juntos, pero lo que marco esa tarde que ella guardará para no olvidar jamás fue que se acabaron las preguntas, de pronto sintió la necesidad de saber más, de conocer algún detalle nuevo de la persona que por tanto tiempo había tenido a su lado, saber y compartir algo que los acercara más, un chiste tal vez, incluso una descripción del tráfico de la mañana, pues hacía tiempo que había dejado de hacer intentos de hacerse notar con un vestido nuevo, un peinado nuevo o algún detalle en la mesa para conseguir una frase o comentario que los obligará a platicar más allá de su rutina, pero cuando las frases terminaron y el empezo a comer, lo único que obtuvo fue su silencio, su indiferencia, su pasividad.

-quiero mencionar aquí, que esto no significara que el no la amara, o que no quisiera estar con ella, simplemente hay un momento en que "la seguridad es tan corrosiva como son las dudas" después de un tiempo si no hay novedad, uno de los dos puede no soportar-

Le era casi imposible recordar momentos tan malos como ese, siempre se habían llevado bien, su amistad superó parejas y enemistades, lo único que les quedaba era el siguiente paso lógico, nadie los entendía mejor que el uno al otro y de la amistad al amor mal-intencionado solo hay un paso, para el de buenas intenciones es necesario primero no ser amigos, después la ilusión del amor se puede hacer presente por arte de magia durante la convivencia sumado al cariño que si existe, y en alguna parte leyó que el amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien, si no en el deseo de dormir junto a alguien,
pero ilusión o no, no hay amor que sobreviva al silencio.

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